“Día Mundial del Linfedema”
Día 6 de marzo 2022
Un año más recordamos que el día 6 de marzo es Día mundial del linfedema.
Una patología que se manifiesta como un aumento de volumen en cualquier parte del cuerpo y su causa puede ser una alteración del número de vasos del sistema linfático y/o de su capacidad de transporte, según la definición de 2013 la sociedad internacional de Linfología (ISL).
Afecta entre 140 y 250 millones de personas en todo el mundo y en España se estima que afecta alrededor de 900.000 personas, aunque no hay estadísticas fiables.
El linfedema más frecuente en nuestro entrono es el secundario a procesos oncológicos, siendo factores riesgo: la linfadectomia (extirpación de los ganglios linfáicos a los que drena el tumor), radioterapia, quimioterapia, complicaciones postoperatorias, la hipertensión y un IMC >25. El linfedema primario es menos frecuente y por su prevalencia puede considerarse una enfermedad rara.
La formación e información de los profesionales sanitarios para realizar un diagnóstico precoz y detectar los primeros síntomas es fundamental para instaurar un tratamiento en los primeros estadios en el linfedema tanto primario como secundario, ya que el linfedema no tiene cura pero si tratamiento.
Según la literatura se considera que existe un linfedema cuando se cumplen alguno de los siguientes criterios: una diferencia de la circunferencia de más 2 cm, una diferencia de volumen superior a 200 ml ó una diferencia superior al 10% del volumen con respecto a la extremidad sana cuando la patología es unilateral.
Existen varios estadios de la enfermedad, nosotros insistimos en que se puede y debe comenzar a trabajar sobre el estadio CERO evitando que el linfedema progrese y se haga visible la alteración del sistema linfático.
Por este motivo y dada su incidencia, entre el 30 y 60% de pacientes con algunos o varios de los factores de riesgo, insistimos en la necesidad de realizar prevención con fisioterapia precoz, ejercicio postquirúrgico precoz, educación y formación a pacientes y profesionales.
El conocimiento de los profesionales y pacientes de los primeros síntomas como la pesadez, marcas de la ropa, o pequeños aumentos de volumen que aparecen y desaparecen deben dirigir al paciente hacia un tratamiento precoz.
La Terapia Física Descongestiva (TFD o TDC) con drenaje linfático, manual, vendajes compresivos, ejercicios y cuidados de la piel sigue siendo el tratamiento de elección para la reducción del volumen de un linfedema establecido. Para el mantenimiento de los resultados generalmente una prenda de compresión es imprescindible.
Este año queremos incidir sobre la fisioterapia y ejercicio terapéutico como puntos clave en el tratamiento del linfedema. Numerosos estudios concluyen que la implementación del ejercicio de fuerza progresiva es seguro para los pacientes con linfedema o con riesgo de padecerlo ya que NO incrementa su severidad, ni el volumen del mismo, mejoran la fuerza muscular y retrasan o evitan la parición del mismo. Se debe prescribir en el caso de cirugías con lesión del sistema linfático lo antes posible, pero debe ser supervisado por un fisioterapeuta, y debe ser progresivo.
Grupo de Trabajo de Linfedema de CEFyL.
Paloma Domingo Coordinadora y Vicepresidenta de AEL
MªAntònia Bonany, Lourdes Del Río, Teresa Hernández.